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Regular las emociones y centrar la atención en el presente son clave para reducir el malestar que nos provoca la ansiedad.
La palabra ansiedad se utiliza para describir la respuesta mental y física que se produce ante situaciones de peligro. Sin embargo, quienes han padecido síntomas físicos como por ejemplo nerviosismo, taquicardia, sudoraciones, tensión muscular, palpitaciones y síntomas psicológicos de la ansiedad saben que no solo ocurre en situaciones de peligro.
Puede presentarse en momentos específicos y en otros casos es una compañera del día a día, ya que para muchos la ansiedad se presenta sin un motivo aparente.
Hablaremos de 5 estrategias que ayudan a mejorar los estados de ansiedad:
1. Cuestiona tus pensamientos y acepta que sientes ansiedad
La ansiedad afecta en los pensamientos, en lo que hacemos y sentimos, en efecto disminuye nuestro nivel de tolerancia hacia un problema o situación que tenemos que enfrentar.
Pregúntate ¿Qué estoy sintiendo? ¿En qué estaba pensando antes de sentir ansiedad? ¿Era real o no? . Esto nos ayudará a aceptar que tanto las reacciones y las expresiones que tenemos en esos momentos son manejadas por la ansiedad. Comprender que los momentos o las situaciones pueden ser los que provocan una mezcla de sensaciones y pensamientos que conllevan a reaccionar de esta manera.
2. Racionaliza
La ansiedad nos hace pensar en lo peor que pueda pasar. Repítete 5 veces que no va a ser tan malo como te lo imaginas.
Como hemos dicho, un síntoma que presenta la ansiedad es generar una cantidad indefinida y descontrolada de pensamientos, que en su mayoría son negativos (no lindos, no inspiradores, no agradables). Es evidente que si en estos momentos creyéramos lo contrario, la ansiedad no estaría presente, estaríamos experimentando tranquilidad, felicidad o incluso creatividad.
Repetir una frase positiva por cinco y más veces, ya sea en voz alta para escucharnos desde el exterior o en voz interna, ayuda a enfocar la mente en esta frase y aleja los pensamientos negativos que estábamos teniendo, permitiendo continuar en la actividad que estábamos haciendo o pensar en algo nuevo.
3. Actívate y haz algo que disfrutes mucho HACER
Otras de las consecuencias que nos produce la ansiedad es no poder enfocarnos en actividades de ocio y entretenimiento porque las llegamos a percibir como actividades que necesitan tiempo y no es algo que se considera útil para nuestro día.
Es verdad que este tipo de actividades son utilizadas para objetivos que muy probablemente los sentimos que no son para funciones psicológicas, pero en realidad nos ayudan tanto a dar movimiento al cuerpo, a tener una mejor oxigenación, a evitar el exceso de activación del sistema nervioso y a conseguir un sueño más reparador. Además que nos favorecen en la imaginación, coordinación, planeación y en lo social.
¿Te animarías a activarte o buscar una actividad que disfrutes mucho?
4. Tomate un tiempo para relajarte
Una de las mejores formas para lograr relajarnos es haciéndolo a través de la respiración.
La respiración es parte de nuestra vida y cuando se descontrola aparece la ansiedad, cuando sucede esto el corazón late más rápido y sentimos el pulso más cerca de nuestros oídos.
Una forma de poner en práctica la respiración profunda es realizar esto:
Busca un sitio despejado, de preferencia, donde no existan ruidos fuertes y aturdidores, que no haya distracciones y que la temperatura sea apta para quedarnos.
Inhala en 5 segundos y exhala otros 5 segundos
Durante 5-6 minutos por día
La intención es lograr que te concentres en tu respiración y relajarnos, después iré compartiendo técnicas que podemos utilizar para ser más sencilla esta práctica y puedas tener más.
5. Pide ayuda profesional, muchas personas pasan por lo mismo y te entenderán
La terapia psicológica (cognitivo conductual) se enfoca en encontrar las técnicas y herramientas adecuadas para trabajar la ansiedad en sus diversas situaciones, acércate a pedir ayuda y comienza a mejorar tu bienestar a través de un tratamiento a la ansiedad.
Recuerda que para superar a la ansiedad habrá que aprender a aceptarla, comprenderla y dedicarle tiempo para resolverla.
Empieza tu terapia online en MEVI, pide tu primer cita gratuita y definimos juntos un plan de tratamiento.
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