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Ansiedad: Explorando el laberinto interior y encontrando el equilibrio

La ansiedad es uno de los estados de ánimo más angustiosos que podemos experimentar. Hay personas que experimentan ansiedad durante la mayor parte del día, mientras que otras la experimentan solo en situaciones específicas (Greenberger, 2016, p.361). Para algunas personas, la ansiedad es un misterio, especialmente cuando aparece de repente o sin razón aparente.

A medida que aprendemos más sobre la ansiedad y realizamos ejercicios prácticos, que se detallan al final de este post, podemos identificar qué la provoca.

El temor agudiza los sentidos. La ansiedad los paraliza. – Goldstein, K.

La palabra "ansiedad" se utiliza para describir el nerviosismo o el miedo irracional que sentimos ante ciertas experiencias vitales, como una entrevista de trabajo o en un examen. También se utiliza para designar diferentes tipos de ansiedad, tales como:

  • Fobias específicas: miedo a situaciones o cosas concretas, como las alturas, los insectos u otros animales, o volar en un avión.

  • Ansiedad social: miedo a hacer el ridículo, ser criticado o rechazado en situaciones sociales.

  • Trastorno de pánico: miedo intenso o malestar acompañados de síntomas físicos como palpitaciones, sudoración, temblores, sensación de asfixia, mareos y miedo a perder el control o a morir.

  • TEP o Trastorno de estrés postraumático: recuerdos recurrentes de traumas con niveles muy altos de angustia.

  • TAG o Trastorno de ansiedad generalizada: sentir ansiedad y preocupación excesivas.

  • Agorafobia: miedo y ansiedad excesivo al estar fuera de casa o espacios públicos.


Causas


Existen diversas experiencias vitales que pueden provocar ansiedad o contribuir en ella:

  1. Traumas

  2. Enfermedades o muertes

  3. Cosas aprendidas, como"las serpientes muerden"o "si te ensucias te enfermarás".

  4. Impacto emocional de noticias impactantes en televisión.

  5. Experiencias que parecen imposibles de afrontar, como perder el trabajo, tener otro hijo o vivir en otro país con idioma diferente.

¿Cómo se manifiesta la ansiedad externamente?

  • Sudoración de las manos y/o pies.

  • Tensión muscular.

  • Mareos.

  • Dolor de cabeza.

  • Agitación o respiración acelerada.

  • Pánico.

¿Cuál es la fisiología de la ansiedad?

Cuando una persona se enfrenta a una situación que desencadena ansiedad, el cuerpo activa el sistema nervioso autónomo, que se divide en dos ramas principales: el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático.


El sistema nervioso simpático es responsable de la respuesta de "lucha o huida". Cuando se activa, se liberan hormonas como la adrenalina y la noradrenalina, lo cual produce una serie de cambios físicos en el cuerpo, tales como:

  1. Aumento del ritmo cardíaco y la presión arterial.

  2. Aceleración de la respiración.

  3. Dilatación de los bronquios para aumentar la entrada de oxígeno.

  4. Aumento de la sudoración.

  5. Redistribución del flujo sanguíneo hacia los músculos esqueléticos y lejos de los órganos internos.

  6. Dilatación de las pupilas.

  7. Aumento de la glucosa en la sangre para proporcionar energía adicional.

Estos cambios fisiológicos preparan al cuerpo para reaccionar rápidamente frente a una posible amenaza. Por ejemplo, cuando estamos a punto de volar en un avión, nuestro cerebro recibe la información de que nos encontramos frente a una amenaza, lo cual provoca un aumento en la sudoración y una aceleración de la respiración.


¿Cómo controlar la ansiedad?

Escritura terapéutica

La escritura terapéutica es una técnica efectiva para expresar y procesar emociones. Toma un cuaderno y dedica unos minutos al día para escribir tus pensamientos, preocupaciones y sentimientos. Puedes comenzar escribiendo libremente, sin preocuparte por la estructura o la gramática. Deja que tus palabras fluyan y permite que tus emociones se reflejen en el papel. Esta práctica te ayudará a desahogarte, obtener claridad y encontrar nuevas perspectivas sobre tus preocupaciones.


Atención plena en las actividades diarias

La atención plena o mindfulness implica prestar atención plena al momento presente, sin juzgar ni dejarse llevar por pensamientos intrusivos. Puedes practicar la atención plena mientras realizas actividades cotidianas, como lavar los platos, ducharte o comer. Concéntrate en cada movimiento, cada sensación y cada detalle de la actividad. Observa los colores, los olores, las texturas y las emociones que surgen. Si tu mente se distrae, redirige suavemente tu atención al presente. Esta práctica te ayudará a cultivar la calma y a reducir la ansiedad al enfocarte en el ahora en lugar de preocuparte por el futuro.


Recuerda que cada persona es única, por lo que puedes experimentar con diferentes técnicas y encontrar las que funcionen mejor para ti. Si la ansiedad persiste o interfiere significativamente en tu vida diaria, es importante buscar apoyo. En MEVI ofrecemos la primera sesión gratuita. Haz clic en el enlace de abajo para obtener más información y acceder a ella.



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