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¿Alguna vez te has preguntado cómo reacciona tu cuerpo cuando experimentas estrés? Es posible que te sorprenda descubrir que tu cuerpo siente el estrés antes de que este se haga consciente a nivel mental. El estrés puede manifestarse de diversas formas en nuestro cuerpo, y comprender esta relación entre cuerpo y emociones es fundamental para nuestro bienestar. En esta publicación, descubriremos estrategias efectivas para manejar la tensión muscular crónica, una de las manifestaciones físicas del estrés en el cuerpo.
Estrés
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El reconocido psicoterapeuta Alexander Lowen ha observado en sus trabajos que cuando estamos bajo condiciones de estrés, es inevitable que nuestros músculos se tensen. Esta tensión muscular es una respuesta automática de nuestro cuerpo a situaciones estresantes, y puede ocurrir incluso antes de que nos demos cuenta conscientemente de que estamos experimentando estrés.
Por ejemplo, es probable que una mujer que desee reprimir su irritabilidad o mal humor desarrolle tensión crónica en la zona cervical, incluso experimentando dolor. Del mismo modo, un hombre que siente ansiedad en relación a su futuro puede manifestar trastornos crónicos a nivel del estómago. Esta tensión muscular crónica no solo dificulta la digestión, sino que también limita nuestra capacidad de autoexpresión y disminuye nuestra energía vital. Cada grupo muscular contraído bloquea el movimiento y puede tener un impacto significativo en nuestra salud y bienestar general.
Es importante tener en cuenta que la tensión muscular crónica no desaparece automáticamente una vez que el estrés ha pasado. La tensión acumulada en nuestros músculos puede persistir y convertirse en un problema crónico. Esta tensión crónica no solo afecta negativamente nuestra salud física, sino que también puede tener repercusiones en nuestra salud mental y emocional. La falta de movilidad y fluidez en nuestros músculos puede limitar nuestra capacidad para enfrentar desafíos, expresar nuestras emociones y mantener un equilibrio emocional adecuado.
“Casi todas las situaciones que se nos presentan en la vida cotidiana tienen solución. Solo con pensar de esta manera ya empezamos a mitigar el exceso de estrés. Hay una serie de medidas prácticas para lidiar con este persistente enemigo incluso en tiempos de crisis: Ir paso a paso.”
-Rojas, E.
¿Qué podemos hacer para controlar la tensión muscular crónica y liberar el estrés acumulado en nuestro cuerpo?
A continuación, te presento dos estrategias efectivas:
1. Toma de conciencia corporal
El primer paso para controlar la tensión muscular es tomar conciencia de ella. Dedica unos minutos al día para prestar atención a tu cuerpo y observar si hay áreas que se sientan tensas o incómodas. Puedes hacerlo a través de la práctica de la atención plena o la meditación. Una vez que identifiques las áreas de tensión, puedes utilizar técnicas de relajación como la respiración profunda, los estiramientos suaves o la liberación miofascial utilizando rodillos o pelotas de masaje para los músculos tensionados. Esto te ayudará a liberar la tensión acumulada.
2.Más movimiento y ejercicio
El movimiento es una forma poderosa de liberar el estrés y reducir la tensión muscular.
Encuentra una actividad física que disfrutes, ya sea yoga, pilates, baile, natación, caminatas al aire libre o cualquier otra forma de ejercicio que te resulte placentera.
El movimiento ayuda a desbloquear los grupos musculares tensos y promueve la liberación de endorfinas, sustancias químicas en el cerebro que generan sensaciones de bienestar y reducen el estrés.
Cuidando tu mente y cuerpo, promueves un mayor bienestar emocional.
En conclusión, el cuerpo y las emociones están estrechamente vinculados, y el estrés puede manifestarse a través de la tensión muscular crónica. Es esencial aprender a escuchar a nuestro cuerpo y tomar medidas para liberar la tensión acumulada. La conciencia corporal y el movimiento son herramientas efectivas para controlar la tensión muscular y promover un mayor bienestar emocional.
Recuerda que cuidar de tu cuerpo es cuidar de tu mente, y viceversa. ¡Dedica tiempo para conectarte contigo mismo y encontrar equilibrio en tu vida!
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