El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición que dificulta mantener la atención, provoca impulsividad y aumenta la actividad motora. En España, afecta al 3-7% de la población infantil-juvenil, mientras que en Estados Unidos afecta al 4-6% de los adultos, y a nivel mundial afecta a más del 4%, según la OMS.
El TDAH es crónico y tiene importantes repercusiones en la vida de la persona, incluyendo dificultades cognitivas, académicas, conductuales, emocionales, familiares y sociales.
Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
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¿Por qué se le llama trastorno y no enfermedad?
El TDAH se le llama trastorno porque es un conjunto de síntomas que tienen una causa común y que siguen una evolución (curso, pronóstico) similar. No se utiliza el término "enfermedad" debido a que implica la existencia de una lesión orgánica específica, lo cual no es aplicable al TDAH, ya que este trastorno afecta principalmente al funcionamiento cerebral. De acuerdo a esto, el TDAH es una alteración en lo que consideramos como el comportamiento "normal" de un niño, adolescente o adulto.
¿Qué causa el trastorno por déficit de atención con hiperactividad?
El TDAH tiene una base biológica, pudiendo ser hereditario en la mayoría de los casos. Sin embargo, también puede estar relacionado con eventos adversos durante el nacimiento, como traumatismos craneales o infecciones cerebrales, bajo funcionamiento de la tiroides o desnutrición, entre otros.
Ten paciencia conmigo. Entiende por qué hago las cosas que hago.
No me grites. Créame, no quiero tener TDAH
-Joane E Richardson
Causas neurobiológicas del TDAH:
El TDAH tiene raíces neurobiológicas que afectan el funcionamiento cerebral de manera variada. Estas causas pueden tener un origen diverso, incluyendo factores hereditarios, traumáticos, entre otros. Una región cerebral crucial afectada en el TDAH es el lóbulo frontal, ubicado en la parte anterior del cerebro y asociado con las Funciones Ejecutivas (FE), responsables de procesos de razonamiento complejo. En personas con TDAH, se observa una alteración en el lóbulo frontal, lo que repercute en las áreas subyacentes. Además, el déficit característico del TDAH, como la impulsividad, se relaciona con una disfunción en la inhibición de respuestas, función ejecutiva que reside principalmente en el lóbulo frontal.
Otras áreas cerebrales primordiales afectadas en el TDAH incluyen el cuerpo estriado, que juega un papel crucial en la conducción de neurotransmisores como la dopamina; el tálamo, cuya función se vincula con la corteza cerebral; y el cerebelo, conocido como el "pequeño cerebro", y que desempeña funciones específicas relacionadas con la capacidad de atención.
Neurotransmisores en el TDAH:
Los neurotransmisores son compuestos químicos presentes en el cerebro, encargados de transmitir señales entre las neuronas. Cada neurotransmisor desempeña funciones específicas, regulando la activación o desactivación de áreas cerebrales particulares. En el caso del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), se ha identificado una alteración en la distribución habitual de neurotransmisores clave, como la norepinefrina, la dopamina y la serotonina.
En resumen, el TDAH manifiesta variaciones significativas entre las personas afectadas, tanto en su origen como en las manifestaciones cerebrales asociadas. Esta diversidad explica la variabilidad de los síntomas observados y la necesidad de un enfoque personalizado en el tratamiento del trastorno. Si buscas orientación sobre el tratamiento psicológico para el TDAH, no dudes en consultar aquí.
El TDAH no es falta de inteligencia, es una dificultad para demostrarla de la forma convencional
– Anónimo
Referencia bibliográfica:
Van-Wielink, G. (2005). Trastorno por déficit de atención con hiperactividad: Estrategias, habilidades, diagnóstico y tratamiento. Editorial Trillas.
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