La depresión y la ansiedad son trastornos mentales que afectan a millones de personas en todo el mundo. Sus síntomas pueden ser abrumadores, dificultando la vida cotidiana y el bienestar emocional. Afortunadamente, existe un enfoque terapéutico efectivo y respaldado por la evidencia para tratar la depresión y la ansiedad: la Terapia Cognitiva Conductual (TCC). En este artículo, exploraremos cómo la TCC puede ser una herramienta útil para superar, comprendiendo ambas, y recuperar una vida plena y saludable.
Depresión y ansiedad
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La Terapia Cognitiva Conductual se basa en la premisa de que nuestros pensamientos, emociones y comportamientos están interconectados. Cuando una persona experimenta depresión y/o ansiedad, tiende a tener patrones de pensamiento negativos y distorsionados, lo que influye en su estado emocional y comportamientos. La TCC trabaja para identificar y cambiar estos patrones disfuncionales, ayudando a las personas a reemplazar los pensamientos negativos por otros más realistas y positivos.
Uno de los componentes clave de la TCC es la reestructuración cognitiva. Esto implica aprender a reconocer y cuestionar los pensamientos automáticos negativos, desafiando su validez y sustituyéndolos por pensamientos más adaptativos. Por ejemplo, si alguien tiende a pensar "No soy útil en esta vida" o "Todo lo que hago me lleva al fracaso" la terapia ayudará a la persona a explorar evidencias que respalden o contradigan esa creencia y a desarrollar una perspectiva más equilibrada.
Además de la reestructuración cognitiva, la TCC también se enfoca en cambios conductuales. Esto implica identificar comportamientos autodestructivos, como el aislamiento social o la falta de actividad física, y trabajar en su modificación. La terapia ayuda a establecer metas realistas y a desarrollar estrategias para aumentar las actividades placenteras y saludables, lo que puede tener un impacto significativo en el estado de ánimo de una persona.
¿Qué ofrece la terapia cognitiva conductual?
La Terapia Cognitiva Conductual ofrece a las personas que sufren de depresión y/o ansiedad un camino hacia la recuperación. A través de la reestructuración cognitiva y los cambios conductuales, la TCC permite a los individuos adquirir herramientas para desafiar sus pensamientos negativos y desarrollar un estilo de vida más saludable y positivo. La Organización Mundial de la Salud (OMS), el National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE) o la Federación Mundial de la Salud Mental (WFMH) recomiendan la terapia cognitiva conductual (TCC) como tratamiento de primera elección para el trastorno depresivo leve y moderado, el trastorno de angustia, los trastornos de ansiedad como el trastorno de ansiedad generalizada, ansiedad social, agorafobia, fobias específicas y el trastorno obsesivo-compulsivo.
Es importante destacar que la terapia puede adaptarse a las necesidades individuales de cada persona, lo que la hace altamente efectiva.
¿Cómo se trabaja en terapia la restructuración cognitiva para la depresión?
La terapia cognitiva conductual ayuda a la persona a identificar los pensamientos automáticos negativos que surgen en situaciones desencadenantes. Estos pensamientos automáticos son respuestas rápidas y automáticas que suelen ser negativos, pesimistas o distorsionados.
Ejemplo de pensamientos generados por la depresión:
"No soy suficiente"
"Nada hará cambiar lo que me sucedió, así que viviré así"
"Estoy destinado a tener depresión"
"No merezco ser feliz"
"Solo me pasan cosas malas"
Una vez identificados estos pensamientos, se trabaja con un plan estratégico para que la persona genere pensamientos alternativos, más objetivos y adaptados a su realidad, y reducir el malestar emocional.
¿Esta técnica de reestructuración cognitiva se trabaja igual con la ansiedad?
Si bien la reestructuración cognitiva es una técnica ampliamente también utilizada en el tratamiento de la ansiedad, hay algunas diferencias en cómo se aplica en comparación con su aplicación en la depresión, por ejemplo:
En la ansiedad, la reestructuración cognitiva aborda la incertidumbre y la necesidad de seguridad, desafiando la creencia de control absoluto o certeza total. Se busca desarrollar una mayor tolerancia a la incertidumbre.
A menudo, en el tratamiento de la ansiedad, se incorpora la técnica de la exposición gradual.
Además de cambiar los patrones de pensamiento, en la ansiedad también se pone énfasis en desarrollar habilidades específicas de manejo de la ansiedad.
Si estás luchando contra la depresión o ansiedad, considera buscar la ayuda de un terapeuta capacitado en TCC. La terapia puede proporcionarte el apoyo y la guía necesarios para superar los desafíos de la depresión y la ansiedad, y mejorar tu calidad de vida. Recuerda que no estás solo y que hay opciones de tratamiento efectivas disponibles. La Terapia Cognitiva Conductual puede marcar la diferencia y ayudarte a encontrar el camino a la vida plena.
Aunque el mundo está lleno de sufrimiento, también está lleno de su superación.
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